La situación de inseguridad en Benicarló está en los peores niveles. En las últimas semanas se cuentan a decenas los comercios que han sido robados. Desde oficinas bancarias a pequeños comercios, cualquier caja registradora y las monedas que puede contener es un atractivo suficientemente goloso como para destrozar un cristal blindado. Comercios de galerías comerciales como el Benicarló Centro y especialmente la calle Joan Carles I, Sant Joan y callejones del casco histórico han visto forzados sus marcos, rejas o cristales. Los últimos asaltos se han producido en una tienda de ropa de la calle Joan Carles I, una librería del pasaje Sant Blai y un comercio de regalos de la calle Sant Joan.
Uno de los empresarios explicó ayer que estaban durmiendo en el piso superior cuando oyeron un gran estruendo que destrozaba la puerta de acceso a su comercio. “Pensamos que se trataba de las niñas que habían caído”, explica. Acto seguido sonó la alarma. Era la una y media de la madrugada y el ladrón utilizó la reja de hierro colado del alcantarillado para el destrozo. Una vez dentro y en cuestión de segundos abrió el cajón y se llevó las monedas y pocos billetes que suelen dejar en su interior. Un testigo pudo ver a un joven con una chaqueta y gorra que salía a gran velocidad de la librería. “Fue todo visto y no visto y el golpe despertó a todo el vecindario, pero parece darles igual”, señaló.