Personas en tratamiento suman utilizan el bonsái en Peñíscola para mejorar sus problemas de adicciones y ansiedad
Hasta 38 son los aficionados de media España que acuden a los cursos de bonsái que tienen lugar en Peñíscola. Bonsái Zen tiene un curso al que acuden 38 personas de distintas provincias del norte y este peninsular. Algunos lo hacen por la pasión que profesan a esta disciplina oriental milenaria. Otros para mejorar su salud. Xavier Redón, propietario de esta empresa señaló que “el bonsái es una buena terapia para las adicciones y ayuda mucho al paciente que está en tratamiento de cuestiones como ansiedad o adicciones, algo que vemos día a día ya que reducen la medicación y poco a poco llevan una vida más normal y tranquila”.
Así está constatado que el bonsái ayuda en el tratamiento de la ansiedad al relajarse en la práctica reposada de modelar estos arbolitos. Otros de los que acuden son personas con adicciones a las drogas que participan en terapias de desintoxicación y a quienes el bonsái ayuda a volver a una vida más normal y tranquila. “Otros son personas sometidas o inmersas en trabajos de mucho estrés y que quieren tener las cosas hechas de inmediato”, algo frecuente explica. “La finalidad no son las prisas y les quitamos esa ansia por la inmediatez”. Algo similar acurre a gente con tics y a los que se les aceleran las manos o piernas “lo que contrasta con la tranquilidad del bonsái y hace que acaben con dosis menores de medicamentos que quienes no participan de terapias relajantes” añade Redón.
Bonsái Zen está además capeando la crisis y se ha convertido en la tienda con mayor número de referencias del sur de Europa. “Eso nos dicen italianos y franceses que salen incluso de la autopista para comprar en nuestras instalaciones de Peñíscola. Vendemos mucho al extranjero y eso nos ha ido bien”, concluyó Redón.
En la comarca del Maestrat hay numerosas asociaciones, hasta nueve, dedicadas a esta disciplina.