La ceramista catalana Teresa Gironès expone hasta el 26 de noviembre una muestra de su obra en el MUCBE. “Cerámicas, 1998-2008” es el nombre de la exposición que hace un recorrido por algunas de las mejores piezas de esta artista de reconocida y premiada trayectoria. Gironés se centra actualmente en el ser humano y, en algunas ocasiones, su integración con los animales. En su dilatada trayectoria, la artista ha pasado de un proceso lógico que es el de la fabricación de objetos en cerámica, a llegar a explicar sentimientos.
Algo difícil, ya que detrás de un rostro o de la figura de un niño, una joven o un hombre, detrás de su forma amable, siempre busca la ironía, la compacidad, el absurdo. La ceramista ha renunciado a copiar la naturaleza en su forma mineral o vegetal por que dice que siempre le gana. Teresa Gironés pasa ahora por un camino de tendencia figurativa. La mitad del cuerpo es suficiente, a veces un solo ojo, para encontrar su camino expresivo. Trabaja generalmente con “pastas” que le permiten hacer grandes volúmenes sin problemas. La superficie se cubre con gres y porcelana, óxidos y colorantes. Una base importante de su cerámica es la fotografía, que traspasa por la vía de la serigrafía. Así consigue dar fuerza expresiva a sus figuras. La exposición de Teresa Gironés permanecerá en el MUCBE hasta el 26 de noviembre.