Los robos se suceden en los pueblos de Els Ports y las vecinas comarcas del Maestrazgo de Teruel. En días pasados, en la Iglesuela del Cid, se produjo un pago en metálico. Quien recibió el dinero depositó una cantidad aproximada de 3.000 euros en el interior de su vehículo. Alguien estaba observando la transacción económica, que se produjo en la calle.
El que pagó y el que cobró se introdujeron en un céntrico bar de la localidad turolense para tomar sendas cervezas. Mientras tanto, el ladrón o ladrones, se desconoce, rompieron el cristal del vehículo y sustrajeron los 3.000 euros. La acción se desarrolló en un intervalo de tiempo de poco más de 15 minutos, que fue el tiempo en el que pagador y cobrador permanecieron el interior del bar.
Este robo se suma al atraco de la oficina de Ruralcaja de Cinctorres. Ayer trascendió que el atracador dio una bolsa a los empleados de la oficina bancaria para que introdujesen en el interior todo el dinero que había en la sucursal. El atracador, en su fuga, exigió a los empleados que se introdujesen en los servicios durante un tiempo, hasta que él salió de la oficina.