Hoy en día la variedad cultural se hace presente en muchos colegios donde niños y padres aprenden a convivir y a respetar otras culturas provinentes de múltiples países. Uno de estos casos es el CEIP La Mola de Alcossebre que cada año matricula a centenares de niños de países como Rumania, Rusia, China, Venezuela, Ecuador, Egipto, Colombia, Argentina, Reino Unido, etc. Actualmente según comentaba la directora del centro, Mª José Blasco, cuentan con un total de 15 nacionalidades distintas y todas ellas suponen el 35% del total de alumnos.
“Suele variar a lo largo del año porque hay niños que llegan a medio curso o se van, pero suele oscilar entre una o dos nacionalidades más”. Un dato que coloca al CEIP La Mola entre los más interculturales de la zona. Y tanto para los padres como para los alumnos, es un hecho normal y habitual el poder ir a clase con niños de otros países. Además según comentaba la directora Blasco, les aporta beneficios, “creo que son niños más abiertos, más respetuosos y que no ven diferencias entre ellos”. “El idioma no es ningún problema, aprenden el valenciano más rápido que el castellano”, aseguraba la jefa de estudios Elena Aris.
Un niño nuevo en el “cole” Comienza el nuevo curso y todos, profesores, padres y alumnos se preparan para iniciar un año lleno de aprendizaje, actividades y nuevas experiencias. Pero para muchos de estos niños será la primera vez que visitan el centro. Por ello, existe el aula de acogida, en la cual, según explicaba Blasco, se realiza una previa entrevista con los padres para explicar el funcionamiento del colegio y de las clases y conocer todas las necesidades del niño. Posteriormente se realiza una visita guiada por el centro para que padres y alumnos puedan conocer más a fondo las instalaciones del mismo. Además, según explicaba el secretario del centro, Javier Fresquet, respecto a la bienvenida de un nuevo alumno, “es increíble cuando llega un niño nuevo lo bien que lo acogen, siempre están encima de él, no le dejan sólo ni un minuto”.
De hecho, para que se integre mejor, intentan desde la dirección del centro, no colocar en la misma clase a todos los niños de un mismo país. “Creemos que es mejor que compartan actividad con los demás niños de diferentes culturas, porque de no ser así los esfuerzos no servirían de nada”, comentaba la directora del centro. Y es que, aunque no sea fácil la integración, desde la directiva del centro, junto con profesores, padres y los propios alumnos ayudan a los niños recién llegados a superar esa barrera de los primeros días de clase. Jugar a ser solidario y respetar nuevas culturas Claro está que hay países donde la cultura y la religión están muy arraigadas, pero según comentaba Blasco, no ha supuesto un gran problema. “Por ejemplo, hay culturas en las cuales un simple abrazo está mal visto y en cambio poco a poco han entendido que aquí eso es una muestra de cariño, de afecto y ellos mismos lo han comprobado”. Un respeto mutuo entre alumnos y culturas que favorece todavía más a la integración. Por otra parte la curiosidad y la inocencia de un niño pueden llegar a cambiar la visión de los padres.
El CEIP La Mola, organiza diversas fiestas y actividades para conocer todavía más las tradiciones de cada país. Desde la cocina, pasando por los libros, y un mercado solidario en navidad. “Resulta curioso como los niños se comen todo cuando cocinamos comida tradicional de otros países”. Y es que, “la solidaridad que se ha despertado en estos niños es grandísima. Ver como unos a otros se regalan juguetes porque a lo mejor un niño no tiene con qué jugar por su situación económica, es algo muy gratificante de ver”, comentaba impresionada la jefa de estudios Elena Aris. Y añadió que “la escuela pública es la realidad de la sociedad”, pues según explicaba, hoy en día el Estado español acoge a miles de familias inmigrantes y la escuela pública, de forma indirecta recibe abiertamente a estas familias y a sus hijos, es una realidad social que se refleja en el enseñamiento público. Según Blasco, directora del centro, “el desconocimiento es lo que lleva al miedo”
Actividades y diversas celebraciones
Para muchos alumnos, celebraciones como la Navidad, la Semana Santa y otros festivos religiosos no existen en su calendario. Por lo que según comentaba la directora del centro, “intentamos realizar actividades y celebraciones alternativas porque hay niños que tienen otra religión y no lo entienden”. Por ejemplo en navidad se realiza un festival en el cual los padres disfrutan viendo a sus pequeños encima de un escenario cantando y bailando.
Por otra parte también se celebra el día de la paz, “un día muy especial”, según comentaba la jefa de estudios, porque “es un día en el que se tratan todas las culturas, se hacen talleres para conocer todavía más las tradiciones de cada país”. Una serie de actividades, que para los niños no es más que un juego en el cual aprenden a respetar y a comprender todavía más las opiniones y tradiciones de otros países. “Desde el centro estamos muy contentos y creo que tanto niños como padres también lo están”.