Inici Express Peñíscola restaura las placas conmemorativas que estaban aferradas a las murallas

Peñíscola restaura las placas conmemorativas que estaban aferradas a las murallas

per Redacció

plaquesrestauranov2014Su destino puede estar en las paredes del salón de plenos y recuerdan actos conmemorativos y de agradecimiento como una al productor de El Cid u otra al sastre Jaime Sanz, mecenas local

El Ayuntamiento de Peñíscola restaura en un taller local tres placas conmemorativas que ocupaban parte de la muralla renacentista. Estos elementos, del siglo pasado fueron extraídos, por impropios, durante el desarrollo de las ultimas obras  de restauración de la muralla renacentista, promovidas por el Ministerio de Cultura y de la Conselleria de Cultura en la zona del Portal Fosc y la calle Calabuch. Las placas de mármol del siglo XX serán reinstaladas en otro lugar de mayor accesibilidad, por tratarse de elementos no contemporáneos a la construcción de la muralla.

El Ayuntamiento, tras el desmontaje y la continuación de las obras de restauración de los lienzos renacentistas de la fortaleza, procedió a su estudio, catalogación y, en estos momentos, ha iniciado ya el proceso de limpieza y recuperación de las mismas en el taller Mármoles Cheto, de la propia población. El valor sentimental que tienen estas tres placas conmemorativas ha decidido a la concejalía de Patrimonio a exponerlas nuevamente en un lugar accesible en el que se puedan contemplar las inscripciones de las mismas. Desde el departamento técnico de la concejalía de Patrimonio, se están barajando distintas posibles y futuras ubicaciones, como el Salón de Plenos o la Biblioteca Municipal.

Placa con sorpresa

La sorpresa de los arquitectos y restauradores llegó al descubrir que una de las tres placas contaba con anverso y reverso. Se trata de una placa informativa de la ciudad de Peñíscola que incluye un texto con letras grabadas sobre un mármol blanco pulido de 2 centímetros de espesor, de forma rectangular y  con bordes mixtilíneos. En la parte oculta de la placa hallaron una inscripción y mensaje de mayor valor  y antigüedad que la parte visible de la misma, que corresponde a la inauguración de las primeras escuelas públicas del municipio, en 1912. Los informes técnicos presumen que debió estar en la antigua escuela ubicada en la Batería del Calvario y con ella se homenajeaba al peñiscolano Jaime Sanz Roca y su esposa, Matilde Thinot, artífices de la construcción y puesta en marcha del servicio de enseñanza para todos los niños y niñas del pueblo, a principios del siglo pasado.

“La importancia de la recuperación de estas placas no es su valor estrictamente patrimonial, ya que son placas sencillas y prácticamente contemporáneas en su mayoría; lo realmente importante es poder poner en valor nuestra historia más reciente y el valor emocional que tienen estas placas para los peñiscolanos; especialmente la dedicadas a los fundadores de nuestra primera escuela pública”, aseguró el alcalde, Andrés Martínez. Las otras dos placas conmemorativas, mucho más recientes, están dedicadas a Samuel Bronston y a Luís García Berlanga, ambos cineastas vinculados a la Ciudad en el Mar. El productor de la película “El Cid” tiene un tributo en el texto: En honor de Samuel Bronston como sincero reconocimiento al gran productor del film El Cid, rodado en Peñíscola en 1961. Peñíscola 1994, que se puede leer en la citada placa con letras grabadas. Realizada en piedra de Ulldecona abujardada de 2 centímetros de espesor y de forma rectangular es la más grande de las tres.

Además, Peñíscola rinde homenaje en la tercera de las placas al eterno director de Calabuch y tantas otras películas inspiradas y ambientadas en la ciudad.  La eliminación de las plazas de la muralla se realizó siguiendo las directrices del Ministerio, al considerar que las placas modernas se hallaban sobrepuestas al lienzo original y no se integraban bien en la fábrica histórica, por el diseño, materiales y forma de colocación. Por otra parte, la legibilidad de los textos a la altura en la que estaban colocadas era prácticamente nula, por lo que se aprovechó el andamiaje de la obra de restauración de la muralla para poder desmontar éstas y otras instalaciones modernas ancladas a la misma “y con el fin de potenciar el valor  del monumento, que incluye un conjunto de  cartelas originales   perfectamente encajadas en los lienzos y de gran valor histórico artístico, como se puede apreciar en la cartela que hay sobre la Font de la Petxina” amplió la arquitecta restauradora, Pepa Balaguer, directora de la obra. La concejalía de Servicios, que está gestionando y coordinando las tareas de recuperación y recolocación de las placas conmemorativas ha anunciado que en los próximos días podrían estar finalizados los trabajos y las placas expuestas antes de la finalización del año.

Sastre del zar

El cronista de la localidad, Juan Bautista Simó, recordó que Jaime Sanz (1851-1918) es recordado por su gran filantropía. Fue nombrado hijo predilecto de la población (1910). Emigró  y ejerció, con gran renombre, la profesión de sastre en Odesa (Rusia), donde se dice que sirvió al último zar y donde se casó con Matilde Thinot Orlouskty, rica aristócrata. Hizo gran fortuna y, temporalmente, el “Russo”, que así se le conocía, visitaba su pueblo natal, socorriendo necesidades y financiando mejoras de todo tipo. Por ejemplo a sus expensas construyeron las escuelas (1912), se reedificó el peiró de la Creu, se restauró la ermita de Sant Antoni, regaló un farol para la playa, la imagen de Sant Antoni, socorrió económicamente a familiares de náufragos, etc. Su placa podría exponerse de manera que pudieran verse las dos caras.


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