Un grupo de voluntarios de la localidad regresaron a las aulas 40 años después de su cierre. Al colegio iban 9 niños en el momento del cierre
Durante el pasado fin de semana vecinos del Coratxà rehabilitaron y limpiaron el antiguo colegio de la localidad, que lleva cerrado desde 1972. “La última maestra se llamaba Mari Carmen Guillamón y subía de Vinaròs. Entonces acababa de estudiar y solían mandarlos a pueblos pequeños”, recuerda José Juan Giner, uno de los últimos alumnos del colegio.
La jornada se desarrolló en un ambiente festivo, en el que los asistentes pintaron, limpiaron el colegio, se encendió el horno de la localidad y se hizo repostería “como la que se hacía antes”, explicaron. También se organizaron tres o cuatro pupitres de la época, libros y algunos trabajos de los niños del colegio que se guardaban allá.
Sin más objetivos que el de adecentar el viejo colegio, este grupo de vecinos no ve mal la posibilidad de plantear hacerlo visitable “aunque eso es ya un tema totalmente administrativo y bucrocrático y no hay contactos con el ayuntamiento”, explica Nuria Bonet, responsable de la Hostatgeria Sant Jaume.
“Supongo que si alguien sube con intención de ver el colegio, lo abrirán y enseñarán”, explica Giner. Los últimos alumnos –que hoy viven en Vinaròs, la Sénia y otras localidades- se hicieron una fotografía conmemorativa tras 40 años. En la Tinença de Benifassà tan solo la Pobla cuenta con colegio. El actual colegio presenta problemas estructurales y la Conselleria de Educación estudia las patologías que tiene el edificio para ver si aborda de manera urgente su remodelación o si, por el contrario, los niños de la comarca son trasladados a otro centro. Los padres ya han alertado del peligro social que podría suponer perder el centro educativo y confían en la palabra de las autoridades y que el colegio no se cierre.