A pesar de ello echan en falta nuevas normas y el apoyo de la administración en la vigilancia de infracciones en propiedades privadas
La Orden de 19 de noviembre de 2008, de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, que regula la recolección de setas y otros hongos en el ámbito territorial del LIC Tinença-Ports ha supuesto un freno a los desmanes que sufrían los propietarios forestales privados en sus fincas como consecuencia de la invasión masiva de recolectores de setas poco respetuosos con el entorno natural de las mismas.
En ocasiones se trataba de auténticos grupos organizados que contravenían las buenas prácticas en el monte y llegaron a darse incluso agresiones a propietarios y condenas judiciales, como ocurrió en el caso de una ganadera de Vallibona, que fue agredida en presencia de sus familiares tras advertir a un grupo de buscadores que se hallaban en su finca debidamente señalizada prohibiendo la recogida de setas. Desde la Associació de Propietaris Forestals Tinença-Ports (APFTP) han admitido que el trabajo realizado para conseguir tal Orden “ha servido para restringir el acceso indiscriminado con la colocación de señales y manifestar un malestar unánime a la situación de descontrol anterior”, según señaló Juan Manuel Batiste, secretario de la entidad.
A pesar de las posibilidades que suponen los ejemplos de otras autonomías, en las que se ha regulado, controlado y explotado comercialmente el uso de fincas privadas para la recolección de setas y hongos, ésta no se ha explorado por el momento en estas comarcas. “No había interés de lucro realmente en la explotación micológica de sus fincas, sino de regulación del acceso a las mismas para este fin y actualmente se mantiene el mismo planteamiento, con unos carteles colocados que son respetados en su mayor parte y que han servido para evitar desmanes al patrimonio de las fincas forestales, agresiones al medio natural y concienciar a los usuarios del monte que aquello hay que respetarlo, tanto sus valores naturales como el derecho legítimo de la propiedad del terreno a aprovechar sus bienes de modo sostenible”, agregó Batiste. Más apoyo normativo Normativa adicional a la Orden del LIC Tinença-Ports y de cumplimiento general en la comunidad autónoma es lo que reclaman desde la APFTP.
Batiste señala que “es fundamental el apoyo decidido de la administración competente en medio ambiente para que los socios puedan proponerse imitar ejemplos de otras autonomías como ocurre en el norte de España o Castilla-León donde el apoyo de la administración es total”. A su juicio sería imprescindible que el Seprona o la guardería forestal vigilara de oficio las fincas reguladas “porque de otra manera no es rentable hoy en día poner en práctica en nuestras comarcas iniciativas de gestión encaminadas a la explotación micológica sostenible”. Finalmente el PATFOR (Plan de Acción territorial Forestal) no ha venido seguido de una nueva normativa específica para toda la Comunidad Valenciana que regulara el aprovechamiento de setas. “De hecho todavía no está aprobado y, a pesar que podría crearse una normativa al margen del Patfor.
En este, han puesto cuatro pinceladas de una orden de 1996 que regula la recolección de setas y otros hongos, dejando sin solución las carencias y defectos de la misma para adaptarse a las circunstancias y problemática actual del medio forestal”. Para este representante de la APFTP “no nos satisface el tratamiento que hace el Patfor de los aprovechamientos micológicos si se aprueba como está en su versión actual. Es un mal apaño provisional que resultará contraproducente para una gestión forestal más racional y con visión de futuro”, concluye.