El munícipe espera que la adjudicación se acometa cuanto antes y comiencen las obras en un par de meses
Los grupos políticos con representación en Xert, PP y PSOE, acordaron en el último pleno reclamar “medidas temporales que palien las inconveniencias que supone para el barrio de Anroig el intenso tráfico desviado desde la carretera N-232” por los desprendimientos en una de las estructuras que salva el barranco. Los episodios de lluvias del pasado mes de marzo, la corriente del agua por la rambla de Cervera y la bajada de agua procedente de fuentes de la zona, dañó los cimientos y base del acueducto sobre una escollera artificial de piedras que salva el barranco.
Tras una valoración realizada por la Guardia Civil de Tráfico y el Ministerio de Fomento, se optó por cerrar el tráfico por la N-232 y utilizar el viejo trazado por el barrio de Anroig, que llevaba más de una década sin circulación de vehículos.
Las afecciones para la gente que allí vive han sido notables. Después de años acostumbrados a la tranquilidad y al turismo rural de calidad, salir a la calle es un peligro evidente a pesar de la señalización con conos del desvío y las advertencias. El alcalde de Xert, José Rosendo Segarra, explicó ayer que “hay mucho malestar por parte de empresas con negocios que compensan como pueden y con sacrificios este inconveniente, personas mayores con la capacidad de movilidad reducida que ven prácticamente impedido el acceso a la calle o el peligro para los niños, que tampoco pueden salir a la calle”. Todos quieren que la situación vuelva a ser la de antes. Pero las cosas de Palacio, van despacio.
El alcalde señaló ayer que entre las medidas reclamadas figuran la instalación y pintado de un paso de cebra debidamente indicado y señalizado “pero a día de hoy a pesar de las promesas, no han hecho nada”.
La circulación de vehículos ha afectado de pleno a las previsiones turísticas de esta zona que había apostado por la tranquilidad y el turismo rural tras el desvío del tráfico. Las soluciones no parece que vayan a tomarse de manera urgente. Para reabrir la circulación por esta zona ha sido necesario señalizar con cientos de conos el trazado. Ahora los vehículos circulan por antiguos trazados, salvan un par de desniveles y utilizan vías de servicio, con la consiguiente peligrosidad y desconcierto por el trazado, que se vuelve especialmente peligroso de noche.
Los trabajos de mejora del trazado de la N-232 apenas tienen una década pero ya han evidenciado los primeros problemas con las lluvias, al menoscabar la capacidad de las fuentes, ramblas y el drenaje en episodios de fuertes lluvias y nieve en las montañas de la zona. La zona afectada ha sido cubierta de manera muy rudimentaria y simple con sencillos plásticos, que ya han sido parcialmente movidos por el viento.