La lluvia caída el viernes vació las playas de Peñíscola
El CEAM acertó y el mes de julio fue mucho más fresco de lo habitual en la zona del Maestrat. La lluvia ha sido escasa en el litoral, unos ocho litros acumulados en todo el mes pero su presencia en los últimos dos días fueron suficientes para dejar vacías las playas y estropear los planes a los turistas. El viernes por la mañana una intensa precipitación evacuó de turistas la playa Norte y por la noche la inestabilidad afectó de nuevo a esta comarca, con una especial intensidad sobre las cinco de la madrugada, con rachas de viento que se aproximaron a los 40 kilómetros por hora. Además las lluvias de anoche fueron acompañados de abundante aparato eléctrico que no invitaba a pasar la velada en el exterior.
La presencia de nubes y la menor radicación y horas de sol ha entristecido a muchos turistas que han acudido hasta localidades como Peñíscola precisamente para ponerse tostados. “Veníamos con ganas de sol y refrescarnos en el agua y acabamos las vacaciones con chaquetas porque refresca”, explica Elena, una turista Navarra que hace años que veranea en Peñíscola. Las tiendas de helados también han notado el atípico verano, aunque están satisfechos de la caja y la presencia de turistas en sus terrazas. Pero no a todos molesta la extraña meteorología de este mes. Centros comerciales como Costa Azahar, situado en la Ratlla del Terme de Benicarló y Peñíscola han visto como sus multicines, supermercado, restaurantes y tiendas de ropa hacían su agosto muchos días del mes de julio. La mayor presencia de consumidores se apreciaba en los aparcamientos de la zona.
A medida que se iban vaciando las playas, en los bares de primera línea, como pasó en la cafetería Bayarri del paseo marítimo de Peñíscola, se reproducían los pedidos y los cafés con leche y cervezas fueron la tónica para muchos turistas que pasaron la mañana en la terraza del bar, hasta que escampó. También en estos días establecimientos del sector complementario, como el Jardín del Papagayo, un parque temático sobre aves exóticas y que cuenta con canguros, arácnidos y reptiles registran sus máximos aforos. Al igual ocurre con los museos de la comarca (el de la Mar de Peñíscola, el castillo del Papa Luna o el Mucbe de Benicarló por citar algunos) o las localidades del entorno más monumentales y patrimoniales como Traiguera, Cervera o Sant Mateu. Un vendedor de un outlet de ropa joven explicó que “para nosotros lo ideal sería que lloviera cada día, sintiéndolo mucho para los turistas”, ironizó.