El mapa de iluminación nocturna de Google evidencia la excesiva iluminación del litoral y la “baja calidad del paisaje nocturno”, según denuncia Gecen
Los dos parques naturales ubicados entre Cabanes y Peñíscola, el del marjal y la Serra d’Irta, son las únicas manchas negras que ofrece el litoral de la provincia, según se aprecia a simple vista en el mapa de visión nocturna de la Tierra desde el espacio que acaba de incorporar Google. El parque natural de Irta, que ocupa parte de los términos de Peñíscola, Santa Magdalena y Alcalà de Xivert-Alcossebre es –a grandes rasgos- uno de las pocas franjas litorales casi-vírgenes desde los Pirineos hasta Andalucía. Irta es, además, una reserva ecológica de gran riqueza ambiental y paisajística. En el parque natural del Prat de Cabanes-Torreblanca se alojan diversas especies de aves acuáticas y, por sus valores, quedó al margen del proceso urbanizador por su interés ecológico y paisajístico, así como su fragilidad.
Desde el Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (Gecen), no obstante, lamentan que las imágenes desde el cielo sigan mostrando un litoral excesiva e inadecuadamente iluminado. Paco González, portavoz de este grupo conservacionista, reclamó ayer “la protección del paisaje nocturno” ante la “sobreiluminación, mala gestión e ineficiencia de este servicio”. Desde Gecen se piden medidas de eficiencia energética para reducir el gasto público en iluminación y mejorar el paisaje nocturno. La luz excesiva, como foco contaminante evidente, conlleva problemas “como los que se han observado en la fauna nocturna, en las migraciones y las interferencias en los ecosistemas y avifauna y determinadas especies, como los problemas puntuales de desorientación en las nidificaciones de tortugas marinas”, agregó. Por eso, consideran necesario preservar estos lugares de mayor ocupación de su territorio y mejorar la iluminación de las poblaciones.
“Se ha demostrado la mejora que supone el uso de luces eficientes, de focos bien orientados hacia el suelo con tapas en su parte superior para evitar la iluminación gratuita del cielo, algo que no se necesita para nada, o la regulación de su intensidad, que no tiene porqué ser constante durante toda la noche. Más luz no quiere decir un mejor servicio y, en ocasiones, solo sirve para hacer una factura mayor”, concluyó González.