Los olivos centenarios que se plantaron están muertos y están rodeados de matorrales
Las dos últimas rotondas construidas en el enlace de las carreteras N-238 y CV-11, que regulan los distintos accesos en esta zona de confluencia de carreteras de distinta titularidad y la vía férrea en la confluencia de los términos de Vinaròs, Ulldecona y Sant Rafael del Riu se hallan totalmente abandonadas. Nadie les ha hecho un mantenimiento, ni regado, ni desbrozado ni se ha preocupado por el estado de los olivos que se plantaron desde el día en que un conseller vino a inaugurarla. Hoy la cruda realidad es que suponen un peligro por eliminar visibilidad a quienes circulan por este vial, muy utilizado por los miles de conductores que circulan entre Sant Rafel del Riu, Ulldecona, Vinaròs y Alcanar. Los olivos centenarios, muertos, son visibles por la parte superior de la maleza. Otra rotonda fue ejecutada en terrenos de propiedad de Escal UGS, en la carretera CV-11, en el término municipal de Vinaròs en el PK 19,5 y da acceso a la futura Planta de Operaciones del Proyecto Castor y al resto de vías colindantes desde los 6 ejes o ramales de los que dispondrá. La empresa Escal UGS, que promueve el proyecto Castor de almacenamiento subterráneo de gas natural frente a las costas de Vinaròs invirtió 375.000 euros en la construcción de esta rotonda. La Conselleria de Infraestructuras es la titular de este vial.