La consellera Isabel Bonig inauguró a mediodía de ayer la planta de tratamiento de residuos de Cervera. Las infraestructuras, que ponen fin a una problemática de más de 10 años, han costado casi 40 millones de euros y suponen la creación de más de 60 puestos de trabajo. Según señaló ayer Bonig, la provincia de Castellón es la primera en cumplir el contenido del Plan Integral de Residuos de la Comunitat de 1997 al tener en funcionamiento de manera oficial las infraestructuras previstas, entre ellas la planta de tratamiento de residuos de Cervera.
La consellera apeló “al consenso político en materia de residuos de los partidos políticos grandes” y recalcó “el cumplimiento al 100% de la normativa en materia ambiental y de residuos de la planta, que gasta una tecnología italiana de contrastados resultados”. Bonig felicitó a todos los municipios por el avance en materia medioambiental y manifestó en su parlamento la predisposición de la Conselleria y las empresas a ser transparente y ofrecer toda la información necesaria para promover la correcta gestión de los residuos, a pesar de la complejidad de la prensa por poder hablar con los órganos del Consorcio.
El gerente durante toda la pasada semana omitió las llamadas telefónicas de Levante de Castelló para contrastar algunas informaciones hechas públicas por la Plataforma contra l’Abocador, sobre el supuesto funcionamiento incorrecto de la planta de la Bassa. También el presidente de la Diputación y del Consorcio de la Zona 1, Javier Moliner, celebró que se soluciona el problema de la gestión de los residuos e indicó que “los ciudadanos lo que quieren es abrir el contenedor, que esté limpio y tirar la basura y, a partir de ese momento, la gestión de la basura cueste lo mínimo posible.
Por último el alcalde de Cervera, Adolf Sanmartín, destacó la importancia de aunar esfuerzos y se mostró convencido de que “las futuras generaciones agradecerán el consenso alcanzado en materia medioambiental para la gestión de los residuos”. La UTE de empresas formada por Azahar, Teconma y Ecodeco es encarga de gestionar esta planta, que ha costado casi 40 millones de euros y que está preparada para asumir la gestión de hasta el triple de residuos, algo que se dará con la estacionalidad turística.
Visita a la planta
Durante la visita a la planta, se pudieron ver en funcionamiento algunos de los puntos de la planta, la llegada de un camión repleto de residuos y su vaciado, el compactado de los mismos o el propio software utilizado, en lengua italiana. El ex alcalde de Càlig, José Anglés, del PP pero contrario a los emplazamientos y tramitación seguida por las distintas administraciones con la planta, entregó un dossier fotográfico al presidente de la Diputación, Javier Moliner, en la que figuraban fotografías sobre el subsuelo de la zona, en la que existen muchas cavidades naturales y poca arcilla, lo que hace inapropiado el emplazamiento de la planta de valorización y tratamiento, así como del vertedero en el Pou de la Figuera que, como denuncia la Plataforma contraria, se inunda, cuenta con un aislamiento que podría no ser el más adecuado y que supone molestias a la población de Càlig por olores, según recogió la pasada semana Levante de Castelló.
Por cierto que los accesos por la pista forestal abierta desde el límite de los municipios de Càlig y Cervera accediendo desde Peñíscola, amanecieron pintados con decenas de lemas que denunciaban la “irresponsabilidad” de los políticos, la nula capacidad de reciclar de la planta o la ubicación de la planta en un lugar que no estaba previsto en el Plan Integral de Residuos.