La asociación de vecinos El Til·ler lo devuelve a su uso original tras haber servido como fuente durante 56 años
Cansados de ir con el cántaro a la font de Baix en una época en la que todavía no había agua corriente en el pueblo, los vecinos decidieron sacar de la iglesia de Sant Jaume la pila bautismal de época medieval para convertirla en fuente. En términos modernos, reciclaron la pila como fuente de la plaza principal para que el agua estuviera más cerca de los vecinos en la remodelada plaza a la que dotaron de un pequeño porche. En 2015, los descendientes de aquellos vecinos decidieron cerrar el ciclo y restituirla en su lugar originario.
La pila ha estado 12 años depositada en el porche de la entrada del templo románico ya que, con la reforma de 2002 de la fuente, se decidió extraer este elemento sacro histórico. Así que, ante la ausencia de acción de la administración, los vecinos se armaron de valor y aprovechando la disponibilidad de una máquina para mover pesos pesados de uno de los socios –del benicarlando José Ramón Marzal- levantaron y trasladaron esta enorme pieza, de 1.900 kilos de peso y 160 centímetros de diámetro.
Maria Josep Giner, secretaria de esta asociación vecinal de Coratxà, explicó que la jornada discurrió como un día de fiesta. “Quedaron por la mañana para almorzar y colocarla en su sitio”, señaló, recordando “que todavía hay gente que hoy tiene más de 60 años que fue bautizada en esa pila y que veía como la pila no acababa de estar en su lugar”, señaló Giner.
En los trabajos colaboraron 5 o 6 personas de esta entidad vecinal que recibe el nombre del tilo monumental que preside este núcleo de la Tinença de Benifassà. El Til·ler son actualmente 76 socios, nacidos, descendientes o residentes en el Coratxà y que mayoritariamente se encuentran dispersos por otras poblaciones del sur de Tarragona y norte de Castelló principalmente, ante la ausencia de alternativas económicas en la comarca. La iglesia de Sant Jaume es propia de reconquista y se construyó en este territorio fronterizo en 1247. Se conserva el contrato de construcción de este primer ejemplo de arquitectura románica en territorio valenciano. Como el monasterio cisterciense de Santa María de Benifassà, son elementos patrimoniales muy desconocidos. Sant Jaume es visitable el día del patrón de la localidad y en la Pascua Granada, fiesta mayor de Coratxà, cuando se abren al público.