Sorpresa absoluta es la que ha tenido el grupo de belgas que reclama la propiedad de un grupo de apartamentos de la urbanización Monte y Mar de Alcossebre al ver un letrero de la inmobiliaria Romea de Alcossebre que anuncia la venta de los pisos. La operación es de dudosa legalidad, según sostienen los ciudadanos belgas que reclaman los inmuebles, ya que están siendo requeridos por la vía judicial y han sido inscritos en el Registro de la Propiedad con una anotación preventiva de demanda. Sus propietarios y poseedores, a pesar que la promotora no les ha entregado las escrituras y han sido desalojados, están viviendo un calvario.
Si hace cosa de unos meses les echaban por orden judicial de sus apartamentos, observan con estupor como ahora los inmuebles están en venta. La inmobiliaria Romea, cuyo titular también se encarga de la administración de la finca, ha colocado carteles tanto en las ventanas de los pisos como en el escaparate de su negocio, anunciando las características de los apartamentos en Monte y Mar.
No cabe duda alguna que las propiedades que recientemente fueron objeto de un procedimiento de lanzamiento están siendo incorporadas al mercado inmobiliario una vez vaciadas y con las cerraduras cambiadas. De hecho, fue Manuel Arroyo, un belga de ascendencia española que asesora a las familias belgas, quien descubrió los carteles y quien puso en alerta a los ex-inquilinos, que se han visto despojados de sus viviendas. Nadie atiende en la inmobiliaria que ofrece los pisos, ni contesta el teléfono.
Al llamar, únicamente salta un contestador automático. Los familiares de los ciudadanos belgas siempre han denunciado la presunta connivencia de Ubaldo Muñoz y Herald AG, una promotora germano-suiza que ha reclamado la propiedad de los pisos. De hecho Muñoz ya participó como testigo en una de las vistas que llevaron al lanzamiento de las familias belgas en beneficio de la empresa Herald AG. También el actual presidente de la comunidad declaró a favor de la empresa y quienes rompieron las cerraduras de los apartamentos fue una empresa con alguna vinculación con el vicepresidente de la comunidad de propietarios. Unas llamativas coincidencias.
¿Estafa procesal?
Los hechos se remontan al pasado mes de noviembre, cuando el grupo de residentes belgas de Monte y Mar se vio, de la noche al día, fuera de sus apartamentos sin motivo aparente. El desahucio supuso un fuerte y desagradable contratiempo para los ciudadanos belgas, muchos de ellos de avanzada edad y con problemas de salud, por lo que se vieron obligados a volver a su país.
Los servicios jurídicos de las familias belgas sostienen que se pudo engañar al juez con una posible estafa procesal, al hacerle creer que Arroyo ocupaba los apartamentos, cuando la empresa Herald AG sabría desde 1986 que sus inquilinos eran las familias belgas, tal y como quedó constatado en una sentencia en la región belga de Lieja favorable a las familias belgas, aunque sin validez en España. Su caso –destapado por Levante de Castelló en 2008- ha despertado el interés de los principales medios de comunicación belgas.
Las opiniones en los foros de los medios de comunicación de ese país cargan “contra la justicia española, los promotores corruptos y la inmobiliaria y el urbanismo que se practica en España”, pero también contra “la ingenuidad de estos belgas”, que permitieron las excesivas dilaciones de la empresa a la hora de entregarles las escrituras del piso que habla ingenuidad de estse practica en Españaamado la propiedad de los pisos.s, estncia para futuros compradores.