Resignación. Es la palabra que más se escuchaba en el Salón de Plenos de Benicarló durante la firma de las actas de ocupación para la construcción del desdoblamiento de la N-340. Los 170 afectados del término municipal, a razón de unos cincuenta por cada uno de los tres días que se realizará el trámite en Benicarló, fueron citados por el Ministerio de Fomento semanas atrás para firmar su consentimiento a la expropiación de los terrenos afectados por la variante. Agustín Arnau, uno de los afectados, lamentaba que “es igual que la firmes que no, igual harán lo que quieran, son las leyes así y si han dicho que se hará por ahí, se hará”. Arnau lamentaba que la mayor parte de las fincas afectadas “son explotaciones familiares pequeñas” en las que es complicado sacarse un jornal con el que sobrevivir. “Ahora te quitan un trozo y a ver qué haces” ya que aseguraba que con la indemnización que recibirá “no me puedo ni comprar tierra en otro sitio”. Para muchos de los que ayer firmaron las primeras actas, la construcción del desdoblamiento de la N340 supondrá la pérdida de su medio de vida. “Y a ver dónde vamos a trabajar a esta edad, a ver quién nos quiere y encima conforme están las cosas”, lamentaban.
En el salón de plenos, funcionarios de la administración central comprobaban las afecciones de los propietarios. A continuación, se preparaba el acta, en la cual se reflejaba la entrega de una cantidad por anticipado del total de la indemnización que les corresponderá. Los afectados, denunciaron que desconocen el importe total de la indemnización que cobrarán a cambio de la ocupación de sus tierras. “Te tienes que resignar y coger lo que te dan, porque no hay otra cosa”, se quejaba otro de los afectados.
Fuentes del Ministerio de Fomento, han anunciado que las máquinas podrían empezar a trabajar en el desdoblamiento antes de final de este año.