El Gobierno asegura a Compromís que el Maestrat concentra cinco de los seis puntos negros viales de la provincia, lo que supone que en 2011 perecieron un mínimo de 15 personas en la zona
La CV-141, el vial de acceso a Peñíscola, cuya ampliación ha quedado pospuesta hasta 2014 ya es uno de los nuevos puntos negros de la provincia, según una contestación parlamentaria al diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví. El Maestrat sale muy malparado al reunir en un radio de 17 kilómetros cinco de los seis puntos negros de la provincia. La situación de peligrosidad viaria ha sido denunciada en numerosas ocasiones por grupos vecinales de la comarca, principalmente por los frecuentes accidentes mortales entre Benicarló y Vinaròs en la N-340 principalmente pero también en la AP-7.
A ello se une la mala comunicación ferroviaria. Tras más de una década de mociones y peticiones la situación sigue igual. Tan solo se ha forzado el compromiso de concretar un estudio de viabilidad que debía estar concluido en noviembre de 2011, pero la tozuda realidad es que ni la alternancia política al frente del Gobierno central ha posibilitado una mejora en la frecuencia o en la creación de una red de cercanías, algo en lo que coinciden la unanimidad de los grupos políticos.
La variante de la N-340 a su paso por las travesías de Benicarló y Vinaròs eliminará el tráfico interurbano, el derivado de la actividad agrícola y las rotondas e incorporaciones al vial con más intensidad de tráfico de Europa. Recientemente la consellera de Infraestructuras señaló que se pospondrá la ampliación de la CV-141 de acceso a la localidad turística desde la N-340 como mínimo hasta 2014. En la actualidad tiene un trazado peligroso, carece de arcenes y mantiene numerosos accesos a urbanizaciones y viviendas aisladas. “El alcalde sabe que es prioritaria, mantengo el compromiso con el alcalde pero estos momentos son difíciles. Esperamos en 2014 encontrar alguna fórmula de financiación que permitiera esta obra que consideramos absolutamente prioritaria”, declaró Bonig recientemente en Benicarló.
Se entiende por punto negro aquellos viales que tienen tres o más accidentes mortales al año. Los datos facilitados ahora por el Gobierno Central, pese a no ser definitivos -es decir, podrían ampliarse- sitúan a Castelló con seis puntos negros, cuatro de ellos en la N340, en un radio de 10 kilómetros, entre Benicarló y Vinaròs y la CV-141, en Peñíscola. Después estaría el CS-22 de acceso al Puerto de Castellón. Según Baldoví “esta realidad constata la necesidad de dar una solución al estado de la N-340”, lo que “inevitablemente recuerda que de haberse evitado renovar el peaje en la AP7, con lo que la situación ahora sería otra”.