GECEN considera inadmisible que la Consellera prometa a APAVAL autorizaciones científicas masivas. Ello no es más que elaborar una estrategia de insumisión institucional ante las resoluciones judiciales emitidas, y un ejemplo de manual de lo que significa prevaricación. El déficit democrático que atesora quien por, en el mejor de los casos, un supuesto puñado de votos es incapaz de asumir la realidad legislativa y las resoluciones judiciales de ella derivadas debe marcharse.
En opinión de la asociación es una vergüenza que quien tiene la máxima responsabilidad en la gestión, protección y conservación de la avifauna en nuestra comunidad se dedique a intentar autorizar un método masivo y no selectivo de caza como el parany que masacra las aves. El parany supone una sangría no sólo para las aves valencianas sino para el conjunto de las aves europeas que se encuentran en plena migración. Por ello, por masacrar las aves y echar a perder las políticas activas de protección y gestión de la biodiversidad y no por otras cuestiones, las resoluciones judiciales emitidas por los tribunales valencianos, estatales y europeos son coincidentes.
Sólo determinados actores políticos de nuestra comunidad parecen querer estar por encima de la legislación y las resoluciones judiciales, desfigurándose cuando APAVAL habla de votos clientelares. Afortunadamente, la Comisión Europea ha sido inmune a las presiones.