La mejora del interior del monumento y el escudo del siglo XVI seguirá durante todo el mes
“Siembra alarma y protégeme”, es el lema que muestra la torre vigía de Badum, que estos días está siendo restaurada después de 460 años de su última reconstrucción.
La actual edificación de la torre es de planta circular y está realizada con fábrica de mampostería de mortero de cal. A media altura, y con orientación al oeste se sitúa un hermoso blasón, muy erosionado, e inscripciones de labra de espléndida ejecución. Se representa el escudo del reino valenciano –un losange cuatribarrado coronado–, protegido por un águila imperial bicéfala coronada. La leyenda de la inscripción recuerda la reconstrucción realizada en 1554, siendo virrey de Valencia el Duque de Maqueda.
La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana está ejecutando en ella, desde el mes, pasado trabajos de restauración. En las tres semanas que llevan en proceso los trabajos se han consolidado ya los muros exteriores del monumento y la parte superior y queda pendiente para las próximas tres semanas la parte interior abovedada del monumento y su escudo. El objeto de las obras es detener el proceso de deterioro del inmueble y poder conservarlo como elemento importante que fue en el sistema defensivo de la costa y parte del Patrimonio Cultural Valenciano.
Las obras ya realizadas y las previstas para los interiores son, fundamentalmente, de consolidación, para evitar que prosiga el deterioro de la propia torre. Tras iniciar las tareas, el equipo técnico detectó y subsanó la falta de piezas de los muros de mampostería con material suelto en remates y troneras, y está trabajando en estos momentos en la estancia interior abovedada de planta circular en la que se encuentra una chimenea bastante deteriorada. La estancia intermedia se encuentra en mal estado y adolece de falta de pavimento y muchas piezas de piedra, muros y bóvedas, que van a reponerse.
El alcalde, Andrés Martínez, comprobó ayer el avance de las obras junto al edil de Patrimonio, Romualdo Forner, y el equipo de dirección de la propia obra, con quienes ha podido comprobar la finalización de las tareas en los exteriores de la torre y los planes para continuar los trabajos en el interior del monumento. La torre está ubicada en el Parque Natural de la Serra d’Irta y está reconocida como Bien de Interés Cultural, con la declaración genérica de Monumento y elemento defensivo protegido por el decreto de 22 de abril de 1949 que, con la Ley de Patrimonio Histórico Español de 25 de junio de 1985. Según el cronograma previsto y el avance de las obras, éstas podrían estar finalizadas en el mes de noviembre.
Elementos de capital importancia defensiva
Muy cerca de Badum se halla la Torre d’Ebrí data del siglo XVI y está situada a una altura sobre el nivel del mar de 499 metros. Se eleva hasta 8’5 metros de altura y desde ella se puede divisar Peñíscola, Alcalà de Xivert, Torrenostra, el Desert de Les Palmes y todo el paisaje de Alcossebre. El cronista de Peñíscola, Juan Bautista Simó, reivindicó la rehabilitación urgente de la torre para frenar su deterioro.
Según relata Simó, en la cubierta “se hacían los fuegos expresivos de las diferentes situaciones de peligrosidad de los piratas”. En 1785, se enlosó este espacio con piedras para colocar un cañón defensivo. A sus piés, al final del espectacular acantilado nace un manantial que se conoce con el nombre de les Aigües y que, según los geógrafos árabes como El Edrisi, “podía calmar la sed de todo un ejército de más de 50.000 hombres”. Estas torres jugaron un papel fundamental en los ataques piratas que sufrió la costa valenciana.