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Esperando que suene el teléfono rojo

per Redacció

rusoscrimeaabr2014Peñíscola espera la llegada de los primeros rusos durante el mes de junio, casi dos meses después de lo previsto y con un número menor sobre las expectativas iniciales.  A pesar de ello, establecimientos hoteleros y turoperadores siguen trabajando de forma conjunta.   Debían suponer 60.000 pernoctaciones esta temporada  a partir de abril. La llegada de los primeros turistas rusos a Peñíscola será  más floja de lo que se esperaba del anuncio realizado por el presidente de la Diputación, Javier Moliner, en Fitur, tras firmar un acuerdo con dos de los principales turoperadores internacionales, como son Coral Tours y Olympia. La apertura de este nuevo mercado fue, especialmente, muy amplificada en Peñíscola donde iban a alojarse estos nuevos turistas de un mercado creciente y con alta rentabilidad entre los meses de abril y octubre de este año.   Acabado ya abril el primer mes, los hoteleros y distintos actores del sector turístico han constatado como la línea con Rusia no ha sonado como estaba previsto. Algunos problemas menores con los vuelos en estas fechas, la devaluación de la moneda y la crisis política de Crimea son algunos de los argumentos que acompañan a la actual situación. La media de 350 habitaciones diarias ocupadas en Peñíscola y entre 700 y 800 turistas rusos diarios que se anunciaron, ha quedado en el aire. Francisco Ribera, Director del Gran Hotel Peñíscola, indicó que “será hacia junio y concentrados en verano cuando llegarán los primeros visitantes a nuestro hotel”. Tras las acciones y ofertas de los hoteles hacia este nuevo mercado hasta ahora desconocido, se halla el interés que los rusos descubran este nuevo destino, más al sur de Salou y de los aeropuertos de Reus y Barcelona, y comience a funcionar el boca a boca. Crisis política en Crimea y depreciación del rublo La situación política y económica de Rusia ha empeorado de forma clara en estos últimos meses y ha zancadilleado la llegada de sus ciudadanos a Peñíscola y la provincia. Así Ribera recordó que están por ver las medidas sancionadoras que se puedan imponer a Rusia por la crisis diplomática internacional abierta tras la anexión de Crimea apartándose del Derecho Internacional. “Una respuesta sobre los visados de los turistas puede suponer un freno en la llegada del mercado ruso en toda España”, agregó. Pero para el director de este establecimiento de cuatro estrellas “la devaluación del rublo en un 30 por ciento en tres meses ha eliminado atractivo al destino, ya que ahora están saliendo más rentables otros destinos fuera de Europa como Asia, el norte de África o incluso el Caribe que están promocionando en sus páginas”, admite.   A pesar de ello se respira optimismo en Peñíscola, apoyados por un lado en las buenas previsiones de este verano y, por otra, en la relación de trabajo con los operadores rusos. “Coral Tours  ha hecho reuniones con nosotros para hablar de condiciones y son constantes los fam-trips en los que los agentes conocen el destino de primera mano”, indicó. Para Ribera la conclusión es que “aunque poco puede abrirse la ventana a un nuevo mercado en el que partíamos de la nada. Los que lleguen serán bienvenidos y, si existe interés y hoy vienen 100 tal vez en unos años sean 500”, auguró.]]>


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