Grúas Sedi considera adecuado una campaña de información a los usuarios de las autopistas después de haber auxiliado a decenas de afectados por los robos este verano
La zona del área de servicio de Benicarló de la AP-7 y su zona de influencia tanto hacia el norte como hacia el sur es un punto negro en cuanto a asaltos a los conductores. Un verano más grupos organizados se comportan como auténticos “piratas” de la carretera para conseguir robar bienes y dinero a los conductores con su picaresca.
Grúas sedi, que presta el auxilio en la carretera en esta zona del norte de Castelló y sur de Cataluña, explicó ayer que desde principio del verano han sido constantes los casos en los que han tenido que auxiliar en carretera a gente asaltada y que han visto como sus ruedas se deshinchaban a los pocos kilómetros de parar en el área de servicio de Benicarló. Tanto la propia Guardia Civil como Abertis, acostumbra a avisar a las empresas que operan en esta zona para ayudar a los afectados por este robo.
Ximena García, de Grúas Sedi, explica que “hemos tenido un mínimo de siete casos con decenas de personas afectadas y es vergonzoso que se asalte así a la gente que nos visita y les dejen sin nada”, reprocha. Según relata los afectados –en ocasiones familias al completo de gente en tránsito hacia Suiza o Argelia- les explican como advierten que conducen con la rueda pinchada y nos les da tiempo a llegar a otra área de servicio y son asaltados sus vehículos cuando se dirigen andando al puesto de SOS o bien informan a la grúa desde su teléfono. “Paran supuestamente para ayudar pero asaltan, roban con intimidación e incluso con algún arma y se marchan”, explica Ximena García. La situación en la que quedan estos viajantes es deplorable, una situación que se repite desde Francia hasta Sagunto. “Se llevan todos sus documentos, bolsos de la gente y les dejan sin nada, sin dinero ni teléfonos”, denuncia.
Esta empresa radicada en Benicarló explica que en los distintos veranos que atienden a personas afectadas “incluso hemos tenido que servirles café a los afectados, dejarles dinero fiándonos de ellos o ayudando a familias enteras sin nada a encontrar algún alojamiento en el que se fíen de ellos, mientras les llega el dinero que les envían de sus países”, explica esta trabajadora.
Reclaman una campaña
Si en esta empresa no entienden cómo es posible que no se ataje esta situación que es tan conocida, tampoco no ven normal que desde la empresa concesionaria de la autopista o las distintas empresas no pongan de su parte informando de la posibilidad de robos en marcha por la autopista. “Tendrían que decirles que hagan caso omiso de quienes tratan de ayudarles y advertirles que se pinchan las ruedas y que tomen precauciones como no perder de vista su vehículo”, señala. En su opinión “en la autopista sería bien fácil poniendo folletos en varios idiomas en los peajes, de igual manera que ponen propaganda cuando entras o vas a pagar, podrían poner ciertas precauciones al circular por esta carretera sin alarmar a la gente”, concluyó.
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