A pesar de ello se acumulan en los alrededores de la misma a pesar del estricto protocolo
El vicepresidente del Consell y Conseller de Agricultura ha admitido en la contestación a la pregunta formulada por la diputada de Compromís, Mireia Mollà, sobre la acumulación de palmeras muertas infectadas por el picudo rojo en la Plana de tratamiento del Plan Zonal de Residuos de Cervera, que la planta no tiene ninguna autorización para la destrucción o tratamiento de este plaga.
La diputada recordó que existe una Orden que regula las medidas fitosanitarias obligatorias para el control y erradicación de la plaga en la que establece la necesidad de destruir las palmeras afectadas siguiendo las directrices de Conselleria, algo que no se da en esta planta del Maestrat.
Así, según denunciaba Mollà, “en la planta de tratamiento del Plan Zonal de Residuos I, de Cervera, se amontonan toneladas de restos de palmeras muertas, que no son por tanto destruidas inmediatamente, y pueden suponer una importante fuente de propagación de la plaga del picudo rojo”. Desde Compromís lamentan que pese a confirmar que no hay ninguna autorización para este hacinamiento, se elude informar “si se piensa tomar ninguna medida al respecto como enviar a sus agentes medioambientales”. Desde Compromís reclamarán medidas para evitar este comportamiento, que se analice si se ha podido propagar la plaga desde ese punto, que se estudie de dónde vienen las palmeras infectadas, y que se investigue por qué los gestores del vertedero de la Bassa han autorizado su depósito.