Tomándose un café en l’Arq de Benicarló se ayuda al desarrollo de una zona de Nicaragua. Es un pequeño apoyo desde un joven bar al comercio justo a partir de la adquisición de café manufacturado en el municipio de San Ramón. El convencimiento de incorporar este café al lado de otras conocidas marcas se inició con la visita de un grupo de gente de la población a este estado del Pacífico dentro de un proyecto de cooperación internacional. La agricultura constituye actualmente el 60% de las exportaciones totales del país. Con el café justo queda garantizado que a los productores se les paga una cantidad adecuada que no es de subsistencia y permita su desarrollo, muy superior a la que ofrecen las multinacionales, con márgenes infinitamente menores.
La Cooperativa de Pequeños agricultores de San Ramón recolecta, tosta y empaqueta directamente el café que se vende en la calle Alemanys de Benicarló. Los nicaragüenses subsisten con un euro al día. “El café solidario se pide cada vez más y ha agradado mucho a los cafeteros de la localidad”, explica Jaume Miralles, uno de los propietarios del establecimiento.
El café expone además una muestra fotográfica de los poblados y gentes de la zona realizadas durante la visita y que se ven beneficiadas de pequeños guiños como el del Café de l’Arq.