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El acusado de asesinar a una pareja el 12 de junio de 2005 en un adosado de la localidad castellonense de Clig, E.P.R., negó hoy su implicación en el crimen y reconoció durante la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Castellón que realizó dos ingresos bancarios de 2.000 y 6.000 euros, el primero, dos días después del crimen, y el segundo, el 11 de julio de ese mismo año, dinero que, según dijo, tenía guardado en su casa.
El procesado, que negó su relación con los hechos, a preguntas del fiscal sobre las razones por las que se fue a la República Checa día y medio después de que la Guardia Civil le preguntase sobre el doble asesinato y le tomase una muestra de saliva para el ADN, indicó que se asustó, pues pensó que le querían implicar en el suceso “porque me preguntaron por mis antecedentes penales”. Así mismo, reconoció que otorgó poderes a sus padres para que vendieran todas sus propiedades en España.
Respecto a las dos colillas con su ADN que aparecieron en el sifón del lavabo del cuarto de baño del domicilio donde se encontraron los cadáveres de las víctimas, E.P.R., que también se encuentra procesado por una tentativa de homicido con arma de fuego en otra causa diferente, señaló que “alguien las debió de poner allí para inculparme”.
El acusado aseguró que la madrugada de los crímenes se encontraba durmiendo en su casa. Uno de los letrados de la acusación le pidió explicaciones sobre las causas por las que su esposa declaró que regresó a su casa a las 12.00 de la mañana del día siguiente con ropa de la que se deshizo, a lo que respondió que su mujer mintió “porque la Guardia Civil la amenazó con quitarle a su hijo”.
Por otra parte, E.P.R. negó que conociese a la otra persona, que según mantiene la acusación, fue coator del doble crimen, el cual fue detenido pero se archivó su imputación al no existir indicios suficientes sobre su implicación. Uno de los abogados de la acusación anticipó que la hermana de la víctima proporcionará durante su declaración el nombre de la persona que encargó las muertes.
El fiscal y las acusaciones particulares solicitan una pena de 50 años de prisión para el acusado por dos delitos de asesinato. Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, el acusado, que fue detenido tras huir a la República Checa, en la madrugada del 12 de junio de 2005, “con un plan previamente concertado y en conjunción con otras personas no identificadas”, tras haber sido contratados por personas desconocidas y actuar por móviles económicos, se dirigieron al domicilio que dos hermanas compartían en Calig con la finalidad de atentar contra la vida de una de ellas.
El acusado y sus acompañantes accedieron a la vienda tras frozar una de sus ventanas y permanecieron en ella hasta la llegada de sus víctimas. Sobre las 6.00 horas, una de las hermanas y un joven, de 25 y 23 años respectivamente, acudieron a la citada vivienda donde fueron sorprendidos por el acusado y los que le acompañaban, los cuales golpearon violentamente al chico, al que causaron lesiones en el pómulo derecho y en la frente, así como en la parte alta del tórax.
Posteriormente, ambos jóvenes fueron atados de pies y manos entre todos los presuntos agresores con cuerda de tender que se hallaba en la propia casa y, una vez inmovilizados, sin posibilidad alguna de defensa y con ánimo de acabar con sus vidads, les dispararon con un arma de fuego en la cabeza, lo que les provocó la muerte.
La defensa, por su parte, demandó la libre absolución para su patrocinado, al considerar que “no fue autor de los hechos, no recibió ningún encargo ni dinero y no tenia ninguna vinculación con las víctimas”