Se vieron implicados tres convoyes y el vial permaneció cerrado al tráfico durante toda la mañana
Una violenta colisión entre dos camiones en el PK 1.022 de la N-340 a la altura de Santa Magdalena dejó dos fallecidos sobre el vial y obligó al cierre durante varias horas de este transitado y peligroso vial. En el accidente se vieron implicados cuatro camiones y un turismo. Los camiones transportaban fruta y verduras y otro varios vehículos que quedaron esparcidos por el vial y fincas agrícolas cercanas.
El Consorcio de Bomberos de Castellón recibió el aviso a las 07.37 horas a través del 112. Se movilizaron de inmediato tres dotaciones del parque de Baix Maestrat, desde Benicarló, con ocho bomberos, dos cabos y dos sargentos. El ruido de sirenas en el Maestrat a esas horas de la mañana alertó a muchos vecinos que temieron algún accidente en la zona como, posteriormente, se confirmó.
Fruto de la colisión frontal sus conductores quedaron atrapados en el interior de las cabinas y sus cuerpos sin vida tuvieron que ser excarcelados de entre los hierros. El vial quedó cortado al tráfico y tanto los agentes de la Guardia Civil como los paneles informativos de la AP-7 y N-340 informaron del accidente obligando a quienes circulaban por la zona a utilizar viales alternativos como la CV-10 o la AP-7. A la altura de Peñíscola se generaron grandes retenciones tanto de entrada como de salida del vial de pago.
Al parecer, según algunos testigos un vehículo marroquí cargado con verduras que se dirigía en sentido Barcelona pudo dormirse o despistarse y se estrelló contra un portavehículos que circulaba en sentido Valencia cargado con ocho vehículos nuevos de la marca Mercedes, que quedaron seriamente dañados. Otro convoy que les seguía chocó también violentamente contra el portavehículos. Diego Belmonte, de la empresa Grúas Sedi, que se encargó de los trabajos de limpieza del vial, explicó que el choque fue de tal importancia que “todo se convirtió en un masijo de hierros. La chatarra salía por todos los lados, la caja de cambios por una parte, el motor por otro y el chasis quedaba también separado del resto del vehículo”, lo que explica la magnitud del golpe, que fue mortal.
En la tarde de ayer los controles seguían a la altura de Torreblanca en la rotonda de acceso en la confluencia de la CV-13 desde el aeropuerto de Vilanova y la N-340 para desviar el tráfico por la AP-7, CV-10 o impedir que llegaran hasta Alcalà de Xivert, donde el vial estaba cerrado. Desde Grúas Sedi indicaron que estimaban que los trabajos durarían por lo menos hasta el anochecer. Agentes de la Guardia Civil, trabajadores de Fomento, grúas y camiones se esmeraron durante toda la jornada para tratar que el vial esté abierto hoy miércoles. La AP-7 registró entre Torreblanca y Peñíscola un tráfico muy superior. Quienes se vieron con la tesitura de tener que viajar entre estos pueblos tuvieron que abonar entre 3 y 4 euros para poderse comunicar entre el Maestrat y Castelló.