Los vecinos de Culla iniciarán el viernes la peregrinación a Sant Joan de Penyagolosa. Recorrerán más de treinta kilómetros para llegar al santuario en una peregrinación que hace unos años recuperó la tradición de ir a pie. La procesión saldrá de Culla a las seis de la mañana. Hacia las diez y cuarto está prevista la llegada a la ermita de Sant Bertomeu, ya en el término de Vistabella. La comida tendrá lugar en l’Alforí. Mientras, la llegada al santuario de Sant Juan se prevé pera las cinco y media de la tarde. El sábado a las siete de la mañana saldrán de Culla los coches que también acuden a Sant Joan. A las 10,15 tendrá lugar la bendición de la fuente y la misa en Sant Joan. A continuación la procesión saldrá de regreso hacia Culla. Hacia las 13h se pasará por el Alforí, mientras que la llegada a la ermita de Sant Bertomeu está prevista a las 16h. Los vehículos que se queden en Sant Joan saldrán por la tarde. Mientras la procesión realizará su entrada a Culla con la puesta de sol. La entrada se realizará por la ermita de Sant Roc. Una procesión saldrá del pueblo para recibir a los peregrinos.
Tradición de 1400
La tradición de peregrinar a Sant Joan de Penyagolosa, antes conocido como de “la Font Coberta” se remonta a 1400. Las mujeres se incorporaron en 1577. Los vecinos de Culla recorren 33 kilómetros entre la población y el ermitorio de Sant Joan. Se trata de una rogativa penitencial. La procesión a pie se mantuvo hasta 1967. Posteriormente el desplazamiento se realizaba con vehículos, hasta que el año pasado se recuperó la marcha a pie. Es costumbre que la procesión esté encabezada por los tres “pendoneros”, que llevan la bandera de Sant Joan. Le siguen la cruz y los faroles. Antiguamente los hombres también encabezaban la procesión, a los que seguían las autoridades. A continuación marchaban las mujeres y los arrieros con las caballerías, que llevaban todo lo necesario para proveer de alimento y bebida a los participantes en la rogativa.