Se espera una masiva asistencia de público a la IV Fira de la Farinosa, un dulce típico de Pascua promocionado entre los turistas
“¿No le quedan ya de manzana?”, se expresaba muy entristecido ayer a mediodía un turista alemán a uno de los vendedores de farinoses de Càlig. Este dulce, típico de las fiestas de Pascua, se promociona durante todo el fin de semana en esta localidad del Maestrat, famosa por la calidad de la repostería de sus hornos tradicionales. Los extranjeros, que saben donde está todo lo bueno, conocen ya estos dulces. La farinosa también ha roto los esquemas de los libros de cocina tradicionales y se ha adaptado a los gustos de los consumidores. Así a los tradicionales sabores de cabello, moniato y calabaza amarilla, se unen los de manzana, almendra, naranja o chocolate, un autentico top venta.
Para Ernestina Borrás, alcaldesa de Càlig, “la fira sirve para dar a conocer a los pueblos de la comarca nuestro pueblo, costumbres, tradiciones, sector asociativo y atractivos y además dinamiza mucho los restaurantes del pueblo porque cada vez es más conocida en la comarca”. La alcaldesa señaló que, a pesar de tratarse de una iniciativa surgida en la anterior legislatura y, en este caso con un gobierno del PP, “todas las iniciativas que sean buenas nos parecen correctas y deben continuar e invitamos a toda la gente a disfrutar de los dulces típicos, exposiciones de las asociaciones, artesanía o animales”, explicó.
Saturnino Vives, uno de los panaderos participantes, explicó que durante el fin de semana esperan vender unas 800 o 1.000 farinosas, lo que supone una inyección económica extra para este y otros de los hornos participantes en la demostración. Además en la fira es posible encontrar cetrería, danzas medievales, barras de entidades culturales, artesanía, productos en beneficio de ONG y animales.