El puente que comunica el puerto de Peñíscola con el portal de Sant Pere cuenta ya con una veintena de candados del amor
No es el puente de Milvio de Roma pero parece que e algunos años contará con cientos de candados. Estos cierres, que según la moda simbolizan el amor eterno entre dos personas, fueron utilizados en el libro del italiano Federico Moccia “Ho voglia di te” (Tengo ganas de ti), que se llevó al cine en 2006, y en el que sus protagonistas enganchan un candado a una de las farolas del puente Milvio como símbolo del amor eterno.
La moda se difundió rápidamente y hoy día hay miles de candados en puentes de Italia o Francia para disgusto y preocupación de las autoridades y de todo el mundo por el peso que acumulan y por la inevitable exposición a la oxidación de estos metales. El pasado año las autoridades parisinas hicieron desaparecer los más de 2.000 candados que había en esta romántica ciudad.
Cris y Ruben, Óscar y Mabel o Banehtnha y Cemeh cuentan ya con su particular demostración de aprecio y estima en el puente de Peñíscola. Un amor eterno del que solo cabe esperar que ni se oxide, ni desaparezca.