Algunos familiares y amigos de las víctimas del doble crimen de Càlig (Castellón) agredieron e insultaron en la sala al acusado después de escuchar el veredicto de culpabilidad por parte del jurado popular, lo que hizo necesaria la intervención de los dos agentes de la Policía Nacional que custodiaban al procesado, así como de miembros de la Guardia Civil que prestan sus servicios en la propia Audiencia Provincial con el fin de protegerle.
Los hechos se produjeron una vez las partes acabaron de exponer sus conclusiones definitivas, cuando algunos familiares y amigos de los jóvenes fallecidos comenzaron a llamar al acusado “asesino” y se abalanzaron sobre él para escupirle y propinarle golpes. Los representantes de las distintas partes personadas también intervinieron para intentar tranquilizar a los familiares. El segundo día del juicio ya se produjo un altercado entre familiares de las víctimas y del propio procesado en los pasillos de la Audiencia durante un receso de la vista.
En el día de hoy, el jurado popular declaró al acusado culpable de la muerte de los jóvenes por unanimidad. Según explicó su portavoz, han utilizado como elementos de convicción para emitir su veredicto el hecho de que ha quedado probado que el acusado, en conjunción con otras personas no identificadas, actuaron con un plan previamente concertado.
Así mismo, han dado por probado, según testimonios de los vecinos, que la vivienda donde se produjo el crimen había sido vigilada en días previos al suceso, así como que en la madrugada del 12 de junio de 2005 el procesado acudió a dicho domicilio y prepararon cuerdas para atar a las víctimas.
El jurado ha descartado que el móvil del crimen fuese un robo, al no desaparecer del domicilio ningún objeto de valor, y consideran probado que las ventanas por donde entró el acusado y sus acompañantes estaban forzadas, así como que estuvieron esperando a las víctimas por los restos de ceniza que aparecieron en un mueble. Finalmente, dieron por probado que el ADN de las colillas encontradas en un lavabo de la vivienda pertenecía al acusado.
Tras escuchar el veredicto de culpabilidad, el ministerio fiscal reiteró su petición de pena de 25 años de prisión por cada una de las muertes y una indemnización de 150.000 euros para cada una de las familias, al igual que la acusación que representa a la familia de la joven fallecida.
Por su parte, la acusación representante de la familia del joven fallecido demandó 30 años de prisión por cada muerte, al considerar que existen los agravantes de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo, mientras que la defensa solicitó que al acusado se le imponga la pena más baja. El magistrado-presidente dictará sentencia en los próximos días.